Qué ver en 3 días en Lisboa

Qué ver en 3 días en Lisboa

Lisboa es una ciudad muy fácil de disfrutar. Portugal, en general, es un país muy cómodo (aunque no por sus calles, precisamente), donde se come muy, muy bien (y a buen precio), donde su gente es muy amable (sí, también con los turistas, cosa que no ocurre en muchos otros lugares) y que tiene una historia digna de conocer.

En cuanto llegamos a Lisboa, supimos que nos iba a encantar y es que a cada paso puedes descubrir algo que te sacará una sonrisa, que te conquistará el estómago o que te pondrá la piel de gallina.

Si viajas a Lisboa por poco tiempo, no te preocupes, porque puedes disfrutar de esta ciudad perfectamente. ¿Quieres descubrir «Qué ver en 3 días en Lisboa»? Prepara la maleta porque… ¡despegamos!

Día 1:

La mejor forma de aterrizar en una ciudad que no conoces es haciendo un tour. A través de la historia, las curiosidades y la cultura del lugar, podrás entender mucho mejor todo sobre lo que vas a ver los próximos días.

Los free tours siempre son una buena opción porque conoces lo básico en unas pocas horas. Te muestran cómo aprovechar al máximo la visita y eso es siempre útil.

Nosotros solemos hacerlos con Sandeman’s. Sus guías son unos apasionados de su trabajo y, además, tienen una tarjeta de fidelización con la que puedes conseguir descuentos en tours de pago. Aquí tienes el enlace a la web con toda la info.

Después del free tour, puedes ir a conocer el Palacio de las Necesidades y a descubrir LX Factory, un histórico complejo industrial que esconde espacios artísticos que te dejarán sin palabras y singulares restaurantes, además de la librería «Ler Devagar», la librería más fotografiada de la zona. Busca en Instagram y sabrás por qué lo decimos.

Por su topografía, Lisboa tiene más de 20 miradores pero, como no daría tiempo de verlos todos, el Mirador de Santa Catalina es uno de los imprescindibles. Puede ser tu próxima parada para tomar algo en Noobai Café mientras disfrutas de unas vistas increíbles durante el atardecer.

A estas horas del día, seguro que el cansancio se ha apoderado de tu cuerpo, así que puede ser un buen momento para ir al Elevador Da Bicauna preciosidad que no podrás evitar fotografiar. Por cierto, si tienes alguna de las tarjetas de transporte de Lisboa (nosotros compramos la Viva Viagem en un kiosko de los muchos que hay por la ciudad) el viaje te cuesta 1,50 € en lugar de 3 €

Un buen lugar para cenar puede ser Petiscos d’Atalaia. Nosotros probamos su «Bacalhau com crosta» y su arroz con pato, además de un queso delicioso de entrante y un postre muy parecido a la crema catalana. ¡Todo delicioso!

Toma nota: si reservas a través de Eltenedor.es tienes un descuento en la carta

Día 2:

Puedes empezar el segundo día cogiendo el barco que sale de la Estación Marítima Cais Do Sodre hacia Cacilhas, un pueblo pesquero, donde se puede ver la Fragata de Fernando II, el Pórtico Da Lisnave y dar un paseo.

Desde la misma Estación Marítima, puedes coger el autobús número 101 A para ir a ver de bien cerca el Cristo Rey y el Puente 25 de abril. ¿Sabías que está la misma escultura que en Brasil? ¿Y que el Puente 25 de abril es igualito que el de San Francisco? ¡Dos auténticas maravillas que no te puedes perder! 

A la vuelta, puedes pararte a comer en el Mercado Gastronómico «Time Out Market». Hay muchísimas opciones para comer, cenar, tomar algo, hacer el café, etc.

 

Desde esa zona es un buen lugar para coger el tren hacia Belém. Allí podrás ver: La Plaza y Jardín Alfonso de Albuquerque; la Iglesia de Santa María de Belém; el Monasterio de los Jerónimos; la Plaza y Jardín del Imperio y el Monumento a los Descubrimientos. Son lugares que puedes ir viendo mientras paseas por este barrio con tanto encanto.

Ver atardecer desde la Torre de Belém puede ser un planazo, ya que el sol se pone justo detrás y es una auténtica maravilla para todos los sentidos (y para sacar las mejores fotos, claro).

Tu día puede terminar del todo perfecto poniendo el toque final dulce comiendo unos Pastéis de Belém. Durante todo el viaje verás que son el dulce más famoso y que lo venden en todos lados pero como los de Belém, ningunos. Cuando los pruebes, sabrás por qué son tan famosos. En la pastelería más famosa de Lisboa suele haber mucha cola pero te recomendamos que vayas después del atardecer, que es cuando menos gente hay. No te preocupes porque abren hasta las 23 h.

Día 3:

La Iglesia de San Roque es el punto de partida del tercer día en Lisboa. Desde ahí podrás visitar la Plaza Luis de Camoes e ir bajando hasta «Pink Street» y dar un paseo frente al río por la Reminiscencia.

La «Pink Street» (realmente es la calle Rua Nova do Carvalho), una calle pintada de rosa donde encontrarás todos los pubs y clubs de moda. Una de las calles más bonitas y divertidas de Europa, según el New York Times.

De día es muy bonita pero de noche es muy divertida, así que tienes que verla en distintos momentos. Nosotros visitamos Pensao Amorel primer burdel de Europa, donde tomamos una copa. Si lo haces antes de las 22 h, te cuesta 1 € menos. Curioso ¿verdad?

Siguiendo de día, es momento de visitar el Terreiro Do Paso, Cais das columnas, Plaza del Comercio, Arco de la Rua Augusta, Iglesia de Santo Antonio de Lisboa, ir a la Catedral de Lisboa, otro mirador, en este caso el Mirador de Santa Lucía, subir al Arco do Castelo y al Castelo de San Jorge, y otro mirador, esta vez al Mirador de Gracia y a su jardín, el Jardín de Gracia.

 

El Elevador de Santa Justa es otro imprescindible. Si llegas a él por la parte de abajo verás que hay una cola inmensa. Puedes subir en él pagando 5,15 € pero, si lo que quieres es ver las vistas desde ahí, puedes subir andando por las callejuelas de detrás (justo por la Iglesia del Carmen) y llegarás antes y, además, sin pagar.

 

Desde ahí puedes ir al Convento del Carmen, al Teatro Nacional de San Carlos, a la Plaza de San Carlos y terminar el día cenando en el Chino Clandestino (también conocido como «Chino ilegal»). sí, es curioso ir a Lisboa y cenar en un restaurante chino pero es toda una experiencia… La comida está riquísima y su precio es más que adecuado. ¡Totalmente recomendable!

Aunque lo busques bien, puede que no te quede claro cómo llegar o cuál es el portal, como nos pasó a nosotros, ya que no está señalizado, ni tiene cartel. Estando ahí, en plena calle, tuvimos que buscar ayuda online y encontramos este enlace donde se explica a la perfección cómo encontrarlo.

Hasta aquí nuestra propuesta de viaje de qué ver en 3 días en Lisboa. ¿Te animas a hacer esta ruta?